Mi Abuela y yo éramos muy apegadas y teníamos muchos intereses en común. Ella era muy alegre, y yo siempre me sentía amada cuando estábamos juntas. Cuando mi abuela falleció, yo estaba muy triste al pensar que esos buenos tiempos que había pasado se habían terminado.
Una cosa me dio trajo de consuelo: una conjunto de violetas africanas que habíamos cultivado juntamente. El tenerlas me hacía sentir un poco como que todavía la tenía a ella.
En esa época, yo estaba comenzando a descubrir que había mas acerca de la vida que lo que aparece en la superficie de las cosas. Estaba leyendo un libro por Mary Baker Eddy, la fundadora del Monitor. Su libro “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras” explica que la existencia es espiritual. El razonamiento en este libro atrajo mi atención, especialmente esta explicación de lo que es la identidad: “El Espíritu es Dios, y el hombre es Su imagen y semejanza. Por lo tanto el hombre no es material; él es espiritual” (pág. 468).
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